Publicado en Comunicación

El humor en el discurso IV

Aunque parezca que hacer reír es cosa liviana y de payasos, bufones o comediantes, tiene una fuerza peculiar poderosísima a la que apenas se puede resistir. Pues estalla a menudos sin que queramos, y no solo se nota en nuestros rostros, sino que todo el cuerpo se mueve por su fuerza

A menudo, proporciona un giro decisivo a las cosas de máxima importancia, pues suele quebrar el odio y la ira. (Inst VI, 3,9)

Autor:

Devoto de Séneca y del estoicismo. Pesimista metódico, funámbulo, meditador.

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